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Serás mi pequeño doctor
Al terminar este recorrido podemos preguntarnos si en la estela de Teresita, Van no tendría también la misión de enseñar.
Antes de que Jesús empezara en hablarle, el 1 de agosto de 1945, día de la San Alfonso María de Ligorio, Van ora más particularmente al fundador de la Congregación, y tiene la sorpresa de oírle decir:
«¡Oh, mi pequeño doctor! Te llamo “pequeño doctor” porque tendrás que poner por escrito muchas cosas para Jesús; y considero que los trabajos que te serán confiados son los propios de un doctor, ya que solo los doctores tienen el poder de conducir las lamas, y tú no tienes ningún título para que te sea dado escribir las palabras de Jesús para las almas» (OE. D1).
Estas sorprendentes palabras pueden explicarse sencillamente así: San Alfonso reconoce aquí la misión que ha recibido el pequeño secretario de Jesús.
Y Jesús, a través de las conversaciones que tiene con Van, quiere trasmitir una enseñanza al mundo:
«Quiero que sirvas de intermediario a mi amor para tus compatriotas del Vietnam» (Col. 1).
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Atraer hacia mí un gran número de almas
Y Jesús quiere que los escritos de Van estimulen a las almas a seguirle, y en eso es verdaderamente doctor:
«Al manifestarte así mi amor, mi gran deseo es ver que atraes a mí un gran número de almas que me amen como tú… ¡Oh, esposa mía! Cuántas almas están esperando las palabras que estás escribiendo para aprender a amarme. Sigue, pues, escribiendo, y estate convencido que estas palabras atraerán más tarde una multitud de tus compatriotas» (Col. 7).
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«Cuántas almas están esperando
las palabras que estás escribiendo
para aprender a amarme«
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Para profundizar:
Las misiones de Van, Padre Olivier de Roulhac, O.S.B, Amis de Van Éditions.